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¿El esperanto es una utopía?

     En cualquier conversación o artículo periodístico que trate del idioma esperanto invariablemente la palabra utopía termina por aparecer. Es como si aspirar a que exista un idioma neutral que sirva a toda la Humanidad condujera a considerarlo como un objetivo inalcanzable, un sueño bonito sí, pero utópico. Desde luego cada cual puede pensar lo que quiera, pero si damos un repaso a la Historia nos encontramos con sueños utópicos que terminaron lográndose, aunque eso sí, hubo que trabajar para conseguirlos.

 

     

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

     Así, encontramos que uno de los sueños más antiguos del hombre fue volar. De esto nos hablaron los griegos con los mitos de Ícaro y Dédalo, en la Córdoba islámica del siglo IX el rondeño Abbás Ibn Firnás también soñó con esa idea, en el México precolombino los voladores de Papantla soñaban con bailar en el cielo. Parecía un sueño utópico, porque todos pensaban que algo que pesa más que el aire jamás podrá elevarse. Pero se sucedieron estudios, fórmulas, experimentos... y así, lo que desde hacía siglos era un sueño utópico, a primeros del siglo XX se convirtió en una realidad. Lo mismo ocurrió con los viajes espaciales. Hasta mediados del siglo pasado eran simplemente el tema de muchos libros de ciencia ficción, pero en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado los científicos empezar a trabajar, se hicieron cálculos, se construyeron cohetes, se perfeccionó su propulsión,  y   así, en 1969 el también sueño utópico de alcanzar la Luna se hizo realidad. Todo esto nos enseña que cualquier idea por utópica que parezca podría alcanzarse, tan solo hace falta un buen proyecto y empeño por hacerlo realidad. 

 

     Con el esperanto ocurre lo mismo. Desde los inicios de la Humanidad se ha pensado que sería maravilloso contar con un idioma común para todos, pero desde el año 1887, y gracias al trabajo de miles de personas, ese idioma existe y se llama esperanto. ¿Será algún día el segundo idioma de cada pueblo? No lo sabemos, pero lo que sí podemos afirmar es que ya lo es para los miles de personas que lo hablan. 

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